Iconografías Crísticas III

Ya en el gótico el arte se sublima, y la maestria necesaria para conseguir esto se hace común, y tenemos verdaderas "biblias en piedra" donde el mensaje llega de una manera más directa, más cálida a la gente.
Vemos sentimientos en las imágenes, el sujeto se "anima" nos habla al corazón.
El Renacimiento es una subversión de valores. De un Dios punto central del Cosmos y de la vida del hombre, pasamos a que este mismo hombre arrebata ese centro al Creador. Nada tan claro para apercibir este mensaje como ver las iconografias de un Miguel Ángel, cuerpos poderosos, casi titánicos, como una llamada al materialismo, nos observan desde sus frescos o estatuas.
Los Cristos de esta época son titanes triunfantes que nos sonríen en la plenitud de su fortaleza. Vemos una influencia de las representaciones paganas de Zeus muy clara.

¿Qué decir del colorido de los ropajes, las actitudes corporales?
Pasamos desde un sentido alquímico del valor de los colores a plegarnos a las modas imperantes, que hace explosión en el Barroco con su profusión de volúmenes y riqueza en los pliegues de las vestiduras. Incluso la ropa se hace cómplice de la idea de lo que los coetáneos tenían sobre el Imperio Otomano, con una falta de rigor histórico evidente.

El movimiento de los cuerpos se hace mas teatral, mas esclavo del mensaje que el artista quiere enviar al observador. Vemos extremos simbolizados por ejemplo en la espiritualidad, en la levedad de un Greco, hasta el arrebato teatral, de sufrimiento en la Pasión de un Alonso González Berruguete ó un Francisco Salzillo Alcaraz, maestros de la talla en madera de los "Pasos" de Semana Santa en Valladolid y Murcia, respectivamente.
Se acaba la imagen que nos transmite equilibrio, serenidad, ahora son las pasiones, el dolor, la angustia, incluso el miedo físico y la desesperación las que nos impactan...

Julio

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