Según Martin Scorsese

Otro excelente director de cine tropezando en la figura de Jesús. Martin Scorsese tiene en "La Ultima Tentación de Cristo" un denominador común con el resto de directores "Jesus-Movie", a saber: la vergüenza de presentar un Jesús bíblico, con sus declaraciones duras de oír y de entender. A cambio, ha puesto en cada bache de su fe un parche de imaginación.
Vemos en principio, un Jesús de cabello corto (infiel a su ley de nazareato que le obligaba por ley mosaica a llevarlo largo). Luego, vemos un Jesús rubicundo y rojizo, la antípoda semita. Y por último lo vemos bastante bien torneado en músculos, como si jamás hubiera practicado un ayuno en sus treinta años. Contrario al jesús de Cazeviel, este jesús-scorsese es un jesús casi anémico: no sangra ni a latigazos. Quizá, Scorsese prefiera la salsa de tomates en los fideos y no en el spot.

Sin embargo, don Martin estaba "tentado" con otra tentación. Como sucede casi siempre con la gente que confunde al Jesús bíblico con la industria del jesús que le sobrevino se ilusiona con que la persona de Jesús y sus mensajeros son la misma cosa, de manera que presenta su oposición a los dogmas a través de argumentos y escenas que tergiversan el mensaje original. (Mucha gente aún cree que el mensaje original de Jesús vive en la jerarquía romana.

Esta película tropieza justamente en la piedra de tropiezo: La razón de ser de la Cruz. El resultado es una cascada de suposiciones liberales que no conmovió ni a la cúpúla ni a los creyentes. Quizás no se trataba meramente de ponerle barba a William Dafoe y hacerlo un cristo.

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Iconografías Crísticas III

Ya en el gótico el arte se sublima, y la maestria necesaria para conseguir esto se hace común, y tenemos verdaderas "biblias en piedra" donde el mensaje llega de una manera más directa, más cálida a la gente.
Vemos sentimientos en las imágenes, el sujeto se "anima" nos habla al corazón.
El Renacimiento es una subversión de valores. De un Dios punto central del Cosmos y de la vida del hombre, pasamos a que este mismo hombre arrebata ese centro al Creador. Nada tan claro para apercibir este mensaje como ver las iconografias de un Miguel Ángel, cuerpos poderosos, casi titánicos, como una llamada al materialismo, nos observan desde sus frescos o estatuas.
Los Cristos de esta época son titanes triunfantes que nos sonríen en la plenitud de su fortaleza. Vemos una influencia de las representaciones paganas de Zeus muy clara.

¿Qué decir del colorido de los ropajes, las actitudes corporales?
Pasamos desde un sentido alquímico del valor de los colores a plegarnos a las modas imperantes, que hace explosión en el Barroco con su profusión de volúmenes y riqueza en los pliegues de las vestiduras. Incluso la ropa se hace cómplice de la idea de lo que los coetáneos tenían sobre el Imperio Otomano, con una falta de rigor histórico evidente.

El movimiento de los cuerpos se hace mas teatral, mas esclavo del mensaje que el artista quiere enviar al observador. Vemos extremos simbolizados por ejemplo en la espiritualidad, en la levedad de un Greco, hasta el arrebato teatral, de sufrimiento en la Pasión de un Alonso González Berruguete ó un Francisco Salzillo Alcaraz, maestros de la talla en madera de los "Pasos" de Semana Santa en Valladolid y Murcia, respectivamente.
Se acaba la imagen que nos transmite equilibrio, serenidad, ahora son las pasiones, el dolor, la angustia, incluso el miedo físico y la desesperación las que nos impactan...

Julio

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Según José Saramago

El jesús de Saramago es un jesús ateo.
Es un jesús que alegremente cambia de historia.
Si la bíblica dice "A", Saramago dice sencillamente "B". Es fácil.
No tiene ningún otro atractivo este libro de don José "El Evangelio Según Jesucristo".
Le ha parecido en principio que el jesucristo que él nombra es curiosamente el que debería ser. Pero esa fórnula del "debería ser porque yo digo" es ya muy vieja y gastada.
En su momento derroché dinero comprando este libro, y sólo me dio aburrimiento novelístico, me propuso atajos ficticios, grageas de historia incomprobable, teologías desmadradas, y la clara certerza de que para Saramago ser ateo es un gran problema emocional.

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Según el Judaísmo

Según el judaismo, Jesús practicó la brujería y la seducción y llevaba a Israel por el mal camino (El Talmud. Sanedrín 107b. baraita. También Sotah 47b.)
No vamos a hacer aquí una exposición teológica con todas las objeciones disponibles. Simplemente resumir en la primera frase de esta nota lo que es Jesús para el Judaísmo talmudista: Un blasfemo y una abominación.

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Según Seminaristas de Jesús

1- Jesús campesino y filósofo cínico itinerante.

Aquí ellos toman la postura de J.D. Crossan, un co-fundador del "Seminario de Jesús." Uno de sus libros está compuesto solamente por imágenes de frisos, bajorrelieves y dibujos de los primeros siglos del critianismo, y en ellos solamente basa su teología resultante.

  • Dice que Jesús fue un campesino palestino del siglo I arrastrado por las fuerzas políticas y económicas de su tiempo.
  • Analfabeto, pero carismático, logró influenciar a muchos de su entorno.
  • Fue influenciado por la filosofía de los cínicos griegos.
  • Su forma de enseñar, corresponde a la de los filósofos de esta escuela griega.
  • La enseñanza de Jesús sobre el Reino de Dios se centraba en los milagros que ratuitamente hacía para el pueblo y en las oportunidades de compartir la mesa.
  • En su momento Jesús perdió su fe en Dios como el que intervendría con poder para liberar a su pueblo.
  • Cuando echó a los comerciantes del Templo fue el evento que precipitó su muerte.

2- Jesús, un profeta.

Los profetas eran comunes en el entorno judío en los tiempos del Antiguo Testamento.
Y en el período inmediatamente antes de Jesús (período macabeo) , así como en el primer siglo, muchos hombres se presentaban a sí mismos como profetas enviados por Dios.
Ninguno de ellos fue aceptado como tal por la mayoría del pueblo ni por los líderes religiosos. Pero Jesús fue diferente.
Su mensaje de la restitución de Israel y de la instauración del Reino de Dios, fue recibido por los judíos como mensajero divino. (?)

3- Jesús, un sabio.

Jesús fue un hombre sin rasgos ni pretensiones de divinidad
Tenía la habilidad de narrar historias y de formular aforismos.
Su enseñanza contracultural tuvo terreno fértil
Nada hubo en sus palabras sobre su propia muerte o su resurrección.

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Iconografías Crísticas II

Si nos fijamos en las más antiguas representaciones de Jesús, observaremos con curiosidad que casi son crípticas, ya que en tiempos de las persecuciones romanas, los fieles representaban a Jesús bien con iconografias como los peces (uno de los más antiguos), el cordero o las iniciales de su nombre.

En la Edad Media, conviene citar, no por ya sabido, que la idelogía imperante es la una sociedad que orbita alrededor de la idea de un Dios, y que empapa, penetra la idea religiosa en los aspectos mas nimios de la vida cotidiana.
El artista es anónimo, todavía no tiene ni el prestigio social ni el egoísmo de firmar sus obras, y se somete voluntario, con su arte todavía tosco y balbuceante, a formar una imagen de su Redentor, en toda su majestad, hierático, sin apenas emociones.

No obstante, tras esta primera mirada apresurada, podemos notar, al igual que todos los artistas que en distintas épocas le han sucedido, que además de hijo de su tiempo, es heredero de una tradición, por lo que en las representaciones de Cristo, existen atributos o caracteristicas tomadas de la imaginería greco-romana, asi como otras no tan evidentes judías o incluso egipcias.

Es curioso apercibir, por ejemplo, en diversas esculturas de Maria y Jesucristo infante, como se sigue el patrón egipcio de la matrona sedente dando de mamar o presentando al niño que lleva en su regazo, a imitación de Isis con Horus.

Igualmente podríamos ver como se rinde tributo a esa Tradición omnipresente en la postura de las manos y de cada dedo de ellas, remedando las ashanas hinduístas. De esa forma, se llama sutilmente al inconsciente-consciente del observador haciendo, como decíamos anteriormente, reclamo a las ideas preconcebidas de sentimientos como majestad, misericordia y perdón.

Para arrimar el ascua a mi sardina, te comento que es precisamente en el Pórtico de la Gloria, donde el maestro Mateo imprime por primera vez en el románico, espiritualidad, sentimientos a sus personajes, de tal forma que "los personajes hablan" y se comunican entre ellos en un lenguaje mudo a través de los siglos, que en ocasiones, todavía es inteligible para el espectador.

Podríamos decir, simplificando, que al artista de la Edad Media le mueve por encima de todo, un sentido "pedagógico" en sus obras.

Julio

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Iconografías Crísticas I

Es evidente que cuando vemos una obra artística que representa la figura de Jesús, la situamos en su época, y hasta si es conocida, podemos incluso decir qué maestro la concibió. Lo que no es tan fácil es hablar o intentar explicar cómo se llega a ese proceso, ya no sólo de identificación, sinó los motivos profundos que llevaron al artista a realizar asi, y nó de otra forma, esa representación.

Empecemos con una obviedad. Cada artista, al igual que su obra, es hijo de su época y de su espacio, del lugar donde la realiza. Esto se complica ya que las influencias en su carácter pueden ser variadas, e incluso contrapuestas unas a otras. Pero para salir del atolladero donde me has metido, mi querida hermeneuta, arranco trazando líneas gruesas, que posteriormente, si lo deseas, se podrían matizar.

Lo que hay que tener claro es que al observar cualquier obra artistica, se establece un "diálogo" entre el creador de la obra, que "charla" a través del tiempo y del espacio de una forma fascinante con su espectador, haciendo mas incapié en unos detalles que en otros, según le interese excitar un sentimiento u otro en el que visualiza, asi como se vé sujeto a las modas del momento y a la ideologia del espectador al que vá dedicada la obra.
Por todo ello, en cualquier obra existen unos detalles obvios y otros mas ocultos, haciendo la "lectura" o interpretación de la representación, en este caso de Jesucristo, un tema apasionante.

Julio

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Según el Pietismo

El pietismo fue un movimiento protestante que comenzó aproximadamente en el siglo XVI en Alemania, como reacción "química" ante el movimiento del intelectualismo y el formalismo que se habían instalado en las iglesias protestantes de origen luterano y calvinista.
Se reconoce a Philipp Jakob Spener como el principal impulsor.
Se presenta a la gente una teología crística (soteriología) en la cual se refuerza el concepto de conversión individual (y no de rebaño), y ese Jesús pietista es un Jesús "dialogante", enfático, que apela al expresionism, los sentimentalismos religiosos y a las emociones humanas. También el jesús pietista es un jesús que ataca el pensamiento reflexivo y el intelecto humano, creando una ficticia oposición entre la razón y la fe.
El pietismo fue luego abandonado y se convirtió en una mera tendencia, con absolutismo y nacionalismo incluidos. De sus raíces salen los movimientos menonitas, pentecostales y metodistas.

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Según Pier Paolo Pasolini

Este jesús es de Pier Paolo Pasolini. En su película "El Evangelio Según San Mateo" tuvo pista para desplegar el lirismo ateo que durante toda su vida amó.
Dedicada al Papa Juan XXIII, no es una película del todo transgresora, como podría haberse esperado de Pasolini; no obstante, tiene su raíz bien visible: el deseo psicosocial (heredado de la paciente cátedra de Bultmann y Tillich) de desmitificación y desacralización de la fe.
Al mismo tiempo, Pasolini desprecia las formas icónicas de los marxistas de esos años, y su ideología en esta película es más bien poética y soslayada. Para un comunista ateo, este film resulta respetuoso y hasta cariñoso.
Los rasgos elegidos de este jesús son adrede para salirse de las normas establecidas por la corriente pop de lo que un cristo debía ser. Nada de rubios ceniza ni de ojazos soñadores. Este es un jesús más carnal y menos etéreo. Sin embargo, el actor (el español Enrique Irazoqui) tiene una caracterización de estilo árabe con mezcla de brother boricua. La barba apenas sombreada y suave da el tinte perfecto del sex symbol que todo homosexual buscaba en tiempos de Pasolini.

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